Los servicios meteorológicos de España (AEMET) y Portugal (IPMA) han emitido una advertencia severa ante la llegada de una ola de calor extr...
Los servicios meteorológicos de España (AEMET) y Portugal (IPMA) han emitido una advertencia severa ante la llegada de una ola de calor extrema que se espera azote la península ibérica a finales de junio de 2025. Según los pronósticos, los valores del índice de calor —que combina la temperatura ambiente con la humedad para reflejar la sensación térmica— podrían superar los 50 °C (122 °F) en varias regiones, particularmente en el sur y centro de España, como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, así como en el Alentejo y el Algarve en Portugal. Esta situación, descrita como "excepcional" por los expertos, podría representar un riesgo significativo para la salud pública, especialmente para personas mayores, niños y aquellos con condiciones médicas preexistentes.
La ola de calor, impulsada por una masa de aire cálido procedente del norte de África, se espera que comience a partir del 28 de junio y se prolongue durante varios días, con temperaturas máximas que podrían alcanzar los 45 °C en algunas zonas, agravadas por niveles de humedad que incrementarán la sensación térmica. Los meteorólogos han advertido que las noches tropicales, donde las temperaturas no descienden de los 20-25 °C, dificultarán el alivio del calor, aumentando el riesgo de golpes de calor y deshidratación.
Las autoridades han instado a la población a tomar precauciones extremas. Entre las recomendaciones oficiales se encuentran permanecer en casa durante las horas más calurosas del día (generalmente entre las 12:00 y las 18:00), evitar actividades físicas intensas al aire libre, y mantener una hidratación constante bebiendo agua regularmente, incluso sin sentir sed. También se aconseja el uso de ropa ligera, protección solar y la búsqueda de lugares con aire acondicionado o ventilación adecuada. En un comunicado, el Ministerio de Sanidad de España ha enfatizado la importancia de vigilar a las personas vulnerables, como ancianos que viven solos, y ha activado planes de emergencia en varias comunidades autónomas para garantizar la atención médica durante esta crisis climática.
Esta ola de calor se suma a una serie de eventos climáticos extremos que han afectado a Europa en los últimos años, atribuidos al cambio climático. Expertos de la Universidad de Lisboa y del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona han señalado que el aumento de la frecuencia e intensidad de estas olas de calor está relacionado con el calentamiento global, que eleva las temperaturas promedio y altera los patrones climáticos. En Portugal, se han reportado preocupaciones adicionales por el riesgo de incendios forestales, especialmente en regiones rurales donde la vegetación seca podría actuar como combustible.
Los gobiernos locales han comenzado a implementar medidas preventivas, como la apertura de refugios climáticos en espacios públicos con aire acondicionado, la distribución de agua en áreas urbanas y campañas de concienciación para informar a la población sobre los riesgos del calor extremo. En España, ciudades como Sevilla, Córdoba y Badajoz están en alerta máxima, mientras que en Portugal, Faro y Évora han activado protocolos de emergencia. Además, se espera que el consumo eléctrico aumente significativamente debido al uso masivo de sistemas de refrigeración, lo que podría poner presión sobre las redes energéticas.
Organizaciones como Greenpeace han aprovechado la situación para renovar su llamado a acciones urgentes contra el cambio climático, criticando la dependencia de combustibles fósiles y la falta de medidas suficientes para mitigar el calentamiento global. Mientras tanto, los servicios de emergencia están en máxima alerta, y se espera que los hospitales refuercen sus capacidades para atender casos relacionados con el calor. La población ha sido advertida de que esta ola de calor podría romper récords históricos, superando incluso los episodios de 2022 y 2023, cuando España y Portugal ya enfrentaron temperaturas extremas.
Se recomienda a los ciudadanos seguir las actualizaciones de los servicios meteorológicos y cumplir estrictamente con las medidas de prevención para minimizar los riesgos durante este período de calor extremo.
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