Irán cierra el paso a barcos de combustible en el Estrecho de Ormuz, amenazando con una crisis mundial de abastecimiento

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Irán ha anunciado el cierre del paso a de combustible a través del Estrecho de Ormuz, una decisión que ha enviado ondas de choque por los mercados globales y ha elevado las tensiones geopolíticas a un nivel crítico. Un alto funcionario de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), identificado como el almirante Hossein Khanzadi, advirtió en una transmisión en vivo por la televisión estatal que "no se permitirá el paso de ningún buque que transporte combustible hasta que cese la agresión extranjera contra nuestro territorio", en referencia directa a los ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes, como Fordow y Natanz, ejecutados el sábado 21 de junio. Esta medida afecta una ruta estratégica por la que transita cerca del 30% del petróleo mundial, según datos actualizados de la Agencia Internacional de Energía (AIE), lo que podría desencadenar una crisis global de abastecimiento con repercusiones económicas y políticas inmediatas.

El Estrecho de Ormuz, un canal de apenas 39 kilómetros de ancho en su punto más estrecho entre Irán y Omán, es la arteria vital que conecta el Golfo Pérsico con el Mar Arábigo, transportando diariamente unos 20-21 millones de barriles de crudo, incluyendo exportaciones de Arabia Saudita, Irak, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos. El anuncio de Irán implica la interrupción de este flujo, que representa no solo el 30% del comercio marítimo de petróleo, sino también una porción significativa del gas natural licuado (GNL). Los mercados reaccionaron de inmediato: los futuros del petróleo Brent subieron un 12% en pocas horas, alcanzando los 98 dólares por barril, mientras los precios del GNL en Asia se dispararon un 15%, reflejando el pánico de los importadores como Japón, Corea del Sur y la India, altamente dependientes de estas rutas.

La decisión iraní se produce como represalia por los bombardeos estadounidenses, justificados por el presidente Donald Trump como una medida para neutralizar un supuesto programa armamentístico nuclear. Imágenes satelitales de Planet Labs PBC muestran daños en las entradas de Fordow, pero no un colapso interno, lo que ha llevado a Irán a acusar a EE.UU. de un ataque desproporcionado y sin pruebas concluyentes, un punto respaldado por condenas de Rusia y China. El IRGC ha desplegado lanchas rápidas, submarinos y baterías de misiles costeros en el estrecho, bloqueando el paso de al menos cinco petroleros identificados, según datos de la Marina de EE.UU., mientras aviones de reconocimiento iraníes sobrevuelan la zona. El almirante Khanzadi advirtió que el cierre podría extenderse "indefinidamente" si persisten las hostilidades, una amenaza que ha elevado el riesgo de un conflicto naval en una de las rutas más transitadas del mundo.

Las consecuencias económicas son inminentes. Analistas de Goldman Sachs estiman que un corte prolongado podría disparar el precio del crudo por encima de los 150 dólares por barril en semanas, provocando una inflación global que afectaría desde el transporte hasta la producción industrial. Países europeos, que dependen del petróleo del Golfo para un 20% de su suministro, ya enfrentan presiones energéticas tras la guerra en Ucrania, y la crisis podría agravar la recesión en economías vulnerables. Además, el impacto en el comercio marítimo, que incluye componentes electrónicos y alimentos, podría interrumpir cadenas de suministro global, con pérdidas estimadas en millas de millones de dólares diarios según la Cámara de Comercio Internacional.

La reacción internacional ha sido de alarma. La Casa Blanca anunció el despliegue de portaaviones USS Nimitz en el Golfo Pérsico, mientras Trump prometió "responder con fuerza" si el cierre persiste, una postura que ha sido criticada por Rusia y China, quienes ven en ello un pretexto para una intervención militar. Ursula von der Leyen llamó a la diplomacia, y el Papa León XIV advirtió de un "abismo irreparable", instando a un cese al fuego. En redes sociales, el hashtag #OrmuzCrisis se ha viralizado, con opiniones divididas entre quienes apoyan la resistencia iraní y quienes temen un colapso económico. Analistas sugieren que un conflicto naval podría involucrar a Arabia Saudí y otros productores del Golfo, transformando la crisis en una guerra regional que redefiniría el orden energético global.