Una revelación explosiva ha sacudido el panorama internacional tras una entrevista inédita de un director de Hollywood de origen ruso, quien...
Una revelación explosiva ha sacudido el panorama internacional tras una entrevista inédita de un director de Hollywood de origen ruso, quien por primera vez ha narrado en profundidad sus conversaciones con Nick Rockefeller, miembro de la influyente familia Rockefeller. En esta entrevista, realizada en 2007 y recientemente recuperada de los archivos de Alex Jones, el director, identificado como Aaron Russo, asegura que Rockefeller le confió detalles sorprendentes sobre planes que incluían la predicción del ataque del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el inicio de la Guerra contra el Terror, desatando un debate global sobre las motivaciones detrás de estos eventos históricos. La declaración, que ha resurgido en un contexto de creciente escepticismo hacia las narrativas oficiales, sugiere una conspiración de élite y ha reavivado teorías que vinculan a figuras poderosas con los atentados que cambiaron el curso del siglo XXI.
Russo, conocido por películas como Trading Places y su documental America: Freedom to Fascism, relató que mantuvo una relación cercana con Rockefeller durante varios años, un vínculo que comenzó por intereses filantrópicos y que evolucionó hacia conversaciones privadas sobre los planes de las élites globales. Según su testimonio, aproximadamente once meses antes del 11 de septiembre de 2001, Rockefeller le advirtió sobre un "evento" que justificaría invasiones en Afganistán e Irak, específicamente para controlar pipelines en el Mar Caspio y los campos petrolíferos iraquíes. Russo afirmó que Rockefeller le dijo textualmente: "Vas a ver soldados buscando en cuevas a Osama bin Laden, y será una guerra interminable contra el terror donde no hay un enemigo real, todo un engaño para tomar el control del pueblo americano". Estas palabras, narradas con un tono que Russo describió como cínico y burlón, habrían incluido la mención de un sistema de microchips RFID para monitorear a la población, un detalle que refuerza las teorías de un Nuevo Orden Mundial.
El impacto de la entrevista, grabada en un formato de casi una hora, ha sido amplificado por su reaparición en plataformas digitales, donde se han viralizado fragmentos que muestran a Russo describiendo cómo Rockefeller intentó reclutarlo para el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), una organización asociada con las élites globales. Russo, quien falleció en 2007 poco después de la grabación, dejó un legado que ahora enfrenta escrutinio renovado, especialmente porque sus afirmaciones coinciden con eventos posteriores, como la invasión de Afganistán en octubre de 2001 y la de Irak en 2003, ambas justificadas bajo el paraguas de la lucha antiterrorista tras los atentados. La narrativa oficial, que atribuye los ataques a Al Qaeda liderada por Osama bin Laden, ha sido cuestionada por sectores que ven en las palabras de Russo una evidencia de planificación previa, aunque no hay pruebas documentales verificables que sustenten estas acusaciones directamente.
El caso ha desatado reacciones encontradas: mientras algunos en redes sociales lo consideran una prueba irrefutable de conspiración, otros lo descartan como especulación sin fundamento, señalando que Russo carecía de credenciales como insider y que su relato podría estar influido por su enfrentamiento con las autoridades fiscales estadounidenses, que lo llevó a producir su documental crítico. Sin embargo, el hecho de que la familia Rockefeller, conocida por su influencia en finanzas y política global —incluyendo el desarrollo del World Trade Center por David Rockefeller—, haya sido vinculada a estas afirmaciones ha alimentado el debate. Expertos en seguridad nacional han calificado las declaraciones de "anécdotas sin corroboración", pero la coincidencia temporal y los eventos posteriores mantienen viva la controversia, especialmente en un momento en que la confianza en las instituciones globales está en declive. Este resurgimiento podría reabrir investigaciones independientes o alimentar nuevas teorías en un mundo cada vez más polarizado por la verdad del 11 de septiembre.
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