El mercado de metales preciosos ha sido sacudido por el peor colapso diario del oro desde la crisis financiera de 2008 , con una caída del ...
El mercado de metales preciosos ha sido sacudido por el peor colapso diario del oro desde la crisis financiera de 2008, con una caída del 5% en un solo día que ha borrado 180 mil millones de dólares de su valorización, desatando especulaciones sobre una posible rotación masiva de capital hacia Bitcoin. El oro, que cotizaba a $3,600 por onza al inicio de la jornada, se desplomó a $3,420, un movimiento tres veces superior a su promedio histórico de volatilidad diaria del 1.6%, mientras Bitcoin ($BTC) sube un 2.4% a $61,500 en el mismo periodo, consolidándose como un refugio alternativo en un mercado de incertidumbre. Analistas señalan que el MACD diario del oro está a punto de emitir una señal de venta, mientras el de BTC apunta a una compra, un cruce técnico que podría acelerar esta transición, especialmente tras el dato clave de que el RSI del oro alcanzó su nivel de sobrecompra más alto en la historia, sugiriendo una corrección inevitable.
Esta debacle del oro, el activo tradicional de refugio por excelencia, ha sido desencadenada por una combinación de factores macroeconómicos: la Reserva Federal de EE.UU. ha insinuado un recorte de tasas más agresivo para noviembre, debilitando el dólar un 1.2% adicional y reduciendo el atractivo del oro como cobertura contra la inflación, que se sitúa en un 3.8% anual. A esto se suma la noticia de un superávit comercial inesperado en China, que ha reducido la demanda de metales preciosos en Asia, con compras de bancos centrales cayendo un 15% a 900 toneladas en 2025. Mientras, Bitcoin ha capitalizado esta presión, con un volumen de trading que ha subido un 25% a 130 mil millones diarios, impulsado por inflows de 1.2 mil millones en ETF esta semana y la narrativa de "oro digital" que resuena tras el comentario de JPMorgan, que en un informe reciente sugirió que BTC debería cotizar en $160,000 si se compara su oferta escasa (21 millones) con la liquidez del oro (200,000 toneladas).
El cruce técnico del MACD refuerza esta tesis: el oro, con una línea de señal por debajo de la línea MACD por primera vez en seis meses, indica una tendencia bajista que podría llevarlo a $3,200, mientras Bitcoin, con su línea MACD cruzando al alza, apunta a $65,000 en el corto plazo. El RSI del oro, que alcanzó 78 —un nivel de sobrecompra extremo— antes del colapso, sugiere que los inversores institucionales están deshaciéndose de posiciones acumuladas durante el rally del 62% en 2025, con ventas masivas de fondos como SPDR Gold Shares (GLD) que han perdido 5 mil millones en activos bajo gestión. En contraste, el RSI de BTC en 52 refleja una zona neutral con espacio para crecimiento, apoyado por un 70% de la oferta ilíquida en wallets a largo plazo.
Esta rotación podría redefinir el panorama financiero. Históricamente, correcciones del oro del 5% han precedido movimientos de capital hacia activos de riesgo como acciones o cripto, con el rally de Bitcoin del 400% en 2021 tras una caída similar del oro en 2020. Socialmente, el pánico en el oro ha generado 1.2 millones de menciones en X bajo #GoldCrash, mientras el 45% de inversores minoristas explora BTC según CoinGecko. Económicamente, una rotación masiva podría inyectar 50 mil millones en cripto, elevando su market cap a 2.5 trillones. Políticamente, Trump ha elogiado a Bitcoin como "el futuro", presionando a la Fed. Este colapso del oro no solo marca un punto de inflexión, sino que deja un legado de transición hacia activos digitales, con Bitcoin listo para brillar donde el metal palidece.





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