Telefónica ha presentado su oferta final para el expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a siete filiales del grupo, reducien...
Telefónica ha presentado su oferta final para el expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a siete filiales del grupo, reduciendo la afectación en Movistar+ hasta 175 salidas, un 41 % menos que las 297 planteadas inicialmente, lo que deja el impacto total del proceso en un mínimo de 4.539 despidos. Esta cifra representa una rebaja del 25,4 % respecto a las 6.088 bajas con las que comenzaron las negociaciones hace tres meses, un ajuste que los sindicatos han calificado de “victoria parcial” pero que aún deja en la calle a miles de trabajadores en un momento de máxima tensión en el sector telecomunicaciones. La firma del acuerdo se espera para el próximo lunes 22 de diciembre, tras la aceptación por parte de UGT y CCOO, que representan al 85 % de la plantilla afectada.
El ERE, que se aplica a Telefónica de España, Telefónica Móviles y otras cinco sociedades del grupo, responde a la necesidad de “adaptar la estructura a la nueva realidad del mercado” con la digitalización acelerada, la competencia de low-cost y la caída de ingresos en televisión de pago. La reducción final en Movistar+ —la filial de contenidos que ha perdido 1,2 millones de suscriptores desde 2022— ha sido el punto más conflictivo, ya que la compañía argumentaba duplicidades tras la integración de plataformas como DTS. Los sindicatos han logrado que las salidas sean voluntarias en un 92 % de los casos, con indemnizaciones de 45 días por año trabajado hasta un máximo de 36 mensualidades, pre-jubilaciones para mayores de 55 años con el 75 % del salario hasta los 65 y recolocaciones internas para 800 empleados.
Las 4.539 salidas se distribuyen principalmente en áreas de atención al cliente (1.800), redes fijas (1.200) y servicios corporativos (900), con un impacto mayor en Madrid, Barcelona y Valencia. Telefónica ha comprometido un plan de formación para 2.000 trabajadores restantes y la creación de 500 nuevos puestos en ciberseguridad y fibra óptica hasta 2028, aunque los sindicatos dudan de su cumplimiento. La empresa calcula un ahorro anual de 420 millones de euros en costes laborales, que destinará a invertir 3.000 millones en despliegue de 5G y fibra hasta 2030.
Los representantes sindicales han destacado que “hemos evitado 1.549 despidos forzosos” y han logrado mejoras en las condiciones de salida, como excedencias remuneradas y recolocaciones prioritarias. Sin embargo, han advertido que “el ERE es el precio de una gestión que prioriza dividendos sobre empleo”. La plantilla actual de las filiales afectadas ronda los 18.000 trabajadores, y las salidas representan el 25 % del total, un ajuste que el CEO ha defendido como “inevitable para competir con Orange y Vodafone”.
La noticia ha generado reacciones mixtas: los inversores han celebrado la reducción de costes con una subida del 3 % en la acción de Telefónica, mientras asociaciones de consumidores temen subidas de tarifas para compensar. Los trabajadores han convocado concentraciones simbólicas el lunes frente a las sedes principales para “despedir con dignidad” a los compañeros que se van.
El acuerdo, que será firmado el lunes en el Ministerio de Trabajo, incluye un compromiso de no nuevos ERE hasta 2028 y un plan de igualdad reforzado. Telefónica, que emplea a 100.000 personas en todo el mundo, cierra así uno de los despidos colectivos más grandes de su historia reciente, en un sector que pierde 15.000 empleos anuales en Europa por la digitalización.
Con 4.539 salidas mínimas, el ERE no solo reduce plantilla: reduce la huella humana de una compañía que fue símbolo del boom tecnológico español.





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