El pasado viernes, 27 de junio de 2025, un nuevo episodio de tensión mediática y política sacudió Madrid durante la gala de los premios de D...
El pasado viernes, 27 de junio de 2025, un nuevo episodio de tensión mediática y política sacudió Madrid durante la gala de los premios de Diario Público, donde el periodista de EDATV, Vito Quiles, fue agredido física y verbalmente mientras intentaba entrevistar a la presentadora de RTVE, Silvia Intxaurrondo. Según diversos medios, Quiles, conocido por su estilo confrontacional, se acercó a Intxaurrondo para cuestionarla sobre un supuesto "sectarismo" en la televisión pública, acusándola de estar alineada con los intereses del PSOE y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El incidente escaló rápidamente cuando un vigilante de seguridad, presuntamente de la empresa Securitas, intervino para detener a Quiles, retirándole el micrófono y empujándolo para alejarlo del lugar. Además, según videos difundidos en redes sociales, varios asistentes al evento increparon al periodista, llamándolo "fascista" y arrebatándole el micrófono, mientras Intxaurrondo permanecía en silencio y abandonaba el lugar en un taxi sin hacer comentarios sobre el altercado.
El líder de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pepe Álvarez, generó controversia al pronunciarse públicamente en apoyo al vigilante de seguridad y a Intxaurrondo. En un mensaje publicado en redes sociales, Álvarez justificó la actuación del vigilante, afirmando que este "cumplía con su obligación" y criticó el acoso hacia el trabajador y la periodista. "Señalan y acosan al trabajador de la seguridad que cumple con su obligación. Todo nuestro apoyo al compañero y a la periodista. Ni un paso atrás", escribió Álvarez, desatando una oleada de críticas y reacciones polarizadas.
Quiles, por su parte, denunció la agresión en la red social X, calificándola como "una agresión en toda regla" y anunció que dará un ultimátum a Securitas hasta el lunes para que despida al vigilante implicado, amenazando con emprender acciones legales si la empresa no actúa. En un video compartido por el propio periodista, se observa cómo el vigilante lo intercepta y cómo algunos asistentes lo confrontan, lo que ha alimentado el debate sobre la libertad de prensa y los límites del periodismo provocador.
El suceso ha reavivado las tensiones entre sectores de la prensa y el entorno político cercano al PSOE, especialmente en un contexto de alta polarización por casos de presunta corrupción relacionados con el partido, como la trama Koldo. Algunos medios y analistas han señalado a Quiles como parte de un "ecosistema ultra" ligado a Vox, que busca desestabilizar la agenda política con provocaciones virales, mientras que otros defienden su derecho a ejercer su labor periodística sin ser agredido.
La reacción de Álvarez ha sido duramente criticada por sectores que consideran que un líder sindical no debería respaldar un acto de violencia contra un periodista, independientemente de su línea editorial. Por otro lado, sus defensores argumentan que estaba protegiendo a un trabajador que enfrentaba una situación de presión. Mientras tanto, Intxaurrondo no ha emitido comentarios públicos sobre el incidente, lo que ha sido interpretado por algunos como una actitud evasiva frente a las acusaciones de Quiles.
Las autoridades aún no han informado sobre posibles investigaciones o sanciones relacionadas con el altercado, pero el caso promete seguir generando debate en los círculos políticos y mediáticos, en un momento en que la crispación política en España está en auge.
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