El Ayuntamiento de Medina del Campo, en Valladolid, ha solicitado urgentemente refuerzos policiales a la Subdelegación del Gobierno en la pr...
El Ayuntamiento de Medina del Campo, en Valladolid, ha solicitado urgentemente refuerzos policiales a la Subdelegación del Gobierno en la provincia debido a la creciente inquietud ciudadana por la presencia de un numeroso grupo de personas de origen magrebí que, según el consistorio, han “tomado las calles” de la localidad. En una situación que recuerda a los recientes incidentes en Torre Pacheco (Murcia), los vecinos de Medina del Campo denuncian una percepción de inseguridad derivada de la ocupación de espacios públicos, donde estas personas pernoctan, realizan actividades cotidianas como cocinar o tender ropa, y, en algunos casos, protagonizan altercados. Sin embargo, la respuesta de la Subdelegación del Gobierno, encabezada por Jacinto Canales, ha sido clara: considera que se trata de un “problema de convivencia” y no de ilegalidad, trasladando la responsabilidad al ámbito municipal y al alcalde, Guzmán Gómez, como jefe de la Policía Local.
En una carta enviada el 9 de julio de 2025, el alcalde de Medina del Campo, Guzmán Gómez, expresó su preocupación por la situación, destacando que los ciudadanos perciben inseguridad debido a la concentración de estos grupos en calles y parques. El regidor, que gobierna en coalición con el Partido Popular, Vox y Medina Primero, solicitó “más efectivos para preservar la convivencia pacífica y la seguridad ciudadana”. Sin embargo, Canales insistió en que no hay evidencia de actividades delictivas generalizadas y que los problemas de convivencia deben resolverse a nivel local, recordando que el Ayuntamiento tiene competencias en esta materia. Además, señaló que el Gobierno central facilita mano de obra a empresas locales, pero que se realizan controles para garantizar la legalidad, con sanciones a quienes incumplan.
La situación en Medina del Campo no es un caso aislado. En Torre Pacheco, Murcia, se han reportado incidentes graves, incluyendo agresiones a ancianos y otros actos violentos atribuidos a grupos de origen magrebí, lo que ha generado protestas vecinales y críticas a las políticas migratorias del PP y el PSOE. Según publicaciones en X, en Torre Pacheco, un anciano fue brutalmente agredido “por diversión” y otros vecinos, incluyendo un hombre sin hogar y jóvenes en un vehículo, también sufrieron ataques. Estos hechos han llevado al alcalde de Torre Pacheco, Pedro Ángel Roca Tornel, a condenar públicamente la situación y a exigir medidas. Vox ha aprovechado para culpar a las políticas de “fronteras abiertas” de ambos partidos, afirmando que fomentan una “invasión migratoria” que deriva en violencia.
En Medina, la escalada de tensión no es nueva. En agosto de 2024, se reportaron 25 altercados con 12 detenidos reincidentes, vinculados a un grupo de unos 150 temporeros marroquíes, muchos de los cuales, según el subdelegado, enfrentan condiciones de precariedad laboral y viven en “pisos patera”. La Policía Nacional reforzó entonces la vigilancia con la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), pero Canales reiteró que no hay planes para aumentar estructuralmente los efectivos en la comisaría local, argumentando que los recursos actuales son “adecuados” en comparación con otros municipios. El sindicato policial JUPOL ha criticado la falta de respuesta del Ministerio del Interior, destacando que la asignación de solo una plaza policial para Medina en 2024 es insuficiente frente al aumento de delitos, que entre enero y septiembre de 2024 crecieron un 32% respecto al año anterior, incluyendo un 175% más de delitos contra la libertad sexual y un 200% más de robos con violencia.
Los vecinos de Medina del Campo, al igual que en Torre Pacheco, han expresado su malestar en redes sociales y medios locales, describiendo un “panorama desolador” donde la convivencia se ha deteriorado. Vox Medina del Campo ha publicado un video en X denunciando la situación y exigiendo “orden y seguridad”, mientras que el PSOE local, liderado por Luis Manuel Pascual, critica al alcalde por desviar la atención y no asumir su responsabilidad. El imán de la comunidad musulmana en Medina ha defendido que la mayoría de los inmigrantes son trabajadores que no causan problemas, lamentando que una minoría conflictiva genere una percepción negativa.
La Subdelegación del Gobierno insiste en que los servicios sociales del Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León deben abordar las condiciones de vida de estos temporeros, muchos de los cuales carecen de alternativas habitacionales. Sin embargo, la negativa a enviar más efectivos policiales ha avivado las críticas de los vecinos y el consistorio, que consideran que el Gobierno central elude su responsabilidad. Este caso pone de manifiesto las tensiones derivadas de la gestión migratoria y la seguridad en localidades pequeñas, un debate que se intensifica en un contexto de creciente polarización política.
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