Un informe revelado por Vozpópuli ha expuesto un plan orquestado por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero para relevar a Nic...
Un informe revelado por Vozpópuli ha expuesto un plan orquestado por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero para relevar a Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela por Delcy Rodríguez, con el objetivo de preservar el lobby chavista y sus intereses económicos en el país. La operación, diseñada en colaboración con exiliados chavistas, fue abortada por Estados Unidos tras intentos fallidos de obtener el aval de Donald Trump, a quien Zapatero recurrió a través del diplomático Thomas Shannon. Esta maniobra, que buscaba una transición controlada para blindar el poder del régimen sin alterar su estructura de fondo, ha sido detallada en una exclusiva que pone en jaque la imagen del exmandatario y sus lazos con Caracas, desatando un debate sobre su rol como mediador en la crisis venezolana.
El plan, concebido en 2019, involucraba a Zapatero como figura central para negociar un relevo pacífico que mantuviera el control chavista. Según la información, el expresidente propuso elevar a Delcy Rodríguez, entonces vicepresidenta, como sucesora de Maduro, argumentando que su liderazgo femenino podría suavizar las sanciones internacionales y estabilizar la economía venezolana. La estrategia incluía el compromiso de exiliados chavistas, como figuras cercanas a Diosdado Cabello y el Cartel de los Soles, para garantizar lealtad interna y evitar un colapso del régimen. Zapatero, conocido por su mediación en diálogos venezolanos desde 2016, vio en esta transición una oportunidad para proteger activos y redes de influencia, incluyendo presuntos fondos y empresas ligadas al chavismo en España y Europa.
La intervención de Thomas Shannon, exsubsecretario de Estado para América Latina bajo Obama, fue clave. Zapatero se reunió con él en varias ocasiones para buscar respaldo estadounidense, presentando el plan como una salida negociada que debilitaría a Maduro sin caos total. Sin embargo, Trump, al asumir en 2025, rechazó la propuesta, considerándola una maniobra para perpetuar el poder chavista disfrazado de cambio. Fuentes cercanas a las negociaciones indican que el presidente vio en Delcy una figura demasiado vinculada al narcotráfico y la represión, alineada con las acusaciones de EE.UU. contra el régimen. La abortación del plan dejó a Zapatero expuesto, con sus esfuerzos diplomáticos en vano y su reputación como mediador cuestionada, especialmente tras sus múltiples viajes a Caracas y encuentros con Maduro y Delcy.
La operación revelada ha desatado un torbellino de reacciones. En España, la oposición ha exigido una investigación parlamentaria, acusando a Zapatero de actuar como un "agente de influencia" del chavismo, mientras el PSOE defiende su labor como un intento genuino de paz. Internacionalmente, la noticia ha intensificado la presión sobre el régimen venezolano, con EE.UU. explorando opciones para sanciones adicionales contra figuras como Delcy, vista como un pilar del Cartel de los Soles. Analistas políticos sugieren que el plan de Zapatero, si se hubiera concretado, podría haber evitado una escalada mayor, pero su fracaso ha fortalecido la postura dura de Washington, que ve en el lobby chavista una amenaza persistente.
El impacto es multifacético. Económicamente, el lobby venezolano en España, que incluye empresas y fondos, enfrenta un escrutinio renovado, con posibles decomisos si se prueban vínculos ilícitos. Diplomáticamente, la revelación ha dañado la imagen de Zapatero como mediador neutral, limitando su influencia en foros internacionales como la CELAC. En Venezuela, opositores como María Corina Machado han utilizado la noticia para denunciar la "traición" de aliados externos, fortaleciendo su narrativa de resistencia. Socialmente, el caso ha polarizado a la opinión pública, con debates sobre el rol de exlíderes en conflictos extranjeros y la ética de las mediaciones privadas.
Con la información saliendo a la luz, el gobierno español ha evitado comentarios directos, pero se espera una respuesta oficial en los próximos días. La abortación del plan por EE.UU. no solo frustra una posible transición, sino que expone las complejidades de los lazos entre España y Venezuela, dejando un legado de intriga y consecuencias políticas que podrían redefinir las relaciones bilaterales en los meses venideros.





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