Un menor español ha sido hospitalizado en estado grave tras recibir una brutal paliza propinada por un grupo de adolescentes senegaleses de ...
Un menor español ha sido hospitalizado en estado grave tras recibir una brutal paliza propinada por un grupo de adolescentes senegaleses de entre 13 y 16 años en Lloret de Mar, Girona, durante una disputa por el uso de unas pistas deportivas. El incidente ocurrió alrededor de las 18:00 del martes 1 de julio en un complejo deportivo municipal, donde el menor, de unos 14 años según fuentes locales, jugaba con amigos cuando el grupo de jóvenes senegaleses intentó tomar el control de la instalación. La pelea, que comenzó con insultos y empujones, escaló rápidamente a una agresión física, dejando al chico con traumatismos craneales, fracturas en el rostro y daños internos, según el informe preliminar del Hospital Josep Trueta de Girona, donde permanece en la UCI.
Testigos del barrio, citado por medios locales, relataron que el conflicto surgió cuando los adolescentes senegaleses, que según vecinos han incrementado su presencia en la zona en los últimos meses, exigieron a los chicos españoles que abandonaran las pistas, alegando que querían jugar. La negativa del menor agredido desató la violencia, con el grupo usando puños y patadas, mientras otros espectadores intentaron intervenir sin éxito. La Policía Local y los Mossos d’Esquadra acudieron al lugar tras un aviso de emergencia, pero los agresores huyeron antes de ser identificados, aunque las autoridades han iniciado una investigación con imágenes de cámaras de seguridad que podrían facilitar su detención. Fuentes policiales indicaron que se están tomando declaraciones a testigos y familiares, mientras el menor lucha por su vida, con pronóstico reservado.
El incidente ha generado una ola de indignación en la comunidad de Lloret de Mar, un popular destino turístico en la Costa Brava, donde residentes han denunciado un aumento de tensiones relacionadas con la integración de menores migrantes no acompañados, muchos de ellos alojados en centros de acogida cercanos tras llegar a España en pateras. Vecinos entrevistados por la prensa local afirmaron que "los niños del pueblo ya no pueden usar las pistas con tranquilidad", señalando que este no es un caso aislado, sino parte de un patrón de disputas por espacios públicos. Posts encontrados en X reflejan un sentimiento mixto, con algunos usuarios exigiendo medidas migratorias más estrictas y otros condenando la violencia sin vincularla a la nacionalidad, aunque la información sigue siendo incompleta y no se han confirmado detalles sobre el estatus legal de los agresores.
El Ayuntamiento de Lloret de Mar ha expresado su "repulsa" y prometido colaboración con las fuerzas de seguridad para esclarecer los hechos, mientras la Generalitat de Catalunya ha anunciado una revisión de los protocolos de acogida y vigilancia en áreas recreativas. La familia del menor, devastada, ha pedido justicia, y el caso ha reabierto el debate sobre la gestión de la inmigración juvenil y la seguridad en zonas turísticas. Las autoridades trabajan contra reloj para identificar a los responsables, mientras la comunidad permanece en vilo, esperando noticias sobre la evolución del estado del chico y temiendo posibles represalias o nuevos enfrentamientos.
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