El mundo del deporte y la empresa ilicitana se ha sumido en un profundo luto con el fallecimiento de Diego Quiles Navarro , a los 83 años de...
El mundo del deporte y la empresa ilicitana se ha sumido en un profundo luto con el fallecimiento de Diego Quiles Navarro, a los 83 años de edad —aunque algunas fuentes mencionan 84, en un posible desliz cronológico—, tras una larga y prolongada enfermedad que lo mantuvo apartado de la vida pública en sus últimos meses. El anuncio, confirmado por el Elche CF en un emotivo comunicado, ha desatado una oleada de tributos que reconocen no solo su faceta como expresidente del club franjiverde, sino como un pilar indiscutible de la industria del calzado y el deporte español. Nacido en Elche en 1942, Quiles encarnó el espíritu emprendedor de una ciudad famosa por sus zapatos, transformando una modesta iniciativa familiar en un imperio global que llevó el nombre de su tierra a los rincones más remotos del planeta.
Su trayectoria vital es la de un hombre hecho a sí mismo, forjado en el taller familiar donde, junto a su hermano Pepe, fundó en 1977 la marca Kelme, inicialmente dedicada a calzado deportivo. Lo que empezó como un negocio local de zapatillas de running y fútbol se expandió rápidamente gracias a su visión innovadora y su apuesta por la calidad. Kelme no tardó en convertirse en sinónimo de excelencia, patrocinando a gigantes del fútbol como el Real Madrid y, por supuesto, el propio Elche CF, con el que mantuvo una relación simbiótica durante décadas. Pero el impacto de Quiles trascendió el balompié: en el ciclismo, su equipo Kelme se erigió como uno de los más potentes de los años 80 y 90, con corredores legendarios como los españoles Vicente Belda, Álvaro Pino, Fernando Escartín, Roberto Heras y Alejandro Valverde, y los colombianos Fabio Parra, Martín Farfán, Santi Botero, Félix Cárdenas y Hernán Buenahora. Bajo su mecenazgo, el equipo ciclista dio la vuelta al mundo, conquistando podios en el Tour de Francia y la Vuelta a España, y llevando la bandera de Elche a los cinco continentes. "El deporte ha sido siempre mi manera de devolver a Elx lo que Elx me dio", solía repetir en entrevistas, reflejando una humildad que contrastaba con sus logros monumentales.
Sin embargo, es en el Elche CF donde Diego Quiles dejó una huella imborrable, marcada por el coraje y la pasión inquebrantable. Su vinculación con el club comenzó en los años 70, como vicepresidente entre 1973 y 1976 bajo la presidencia de Manuel Martínez Valero, una etapa dorada que vio al equipo en Primera División. Pero fue en 1983 cuando asumió la presidencia, liderando el histórico ascenso a la élite en la temporada 1983-84, con una victoria épica por 4-0 ante el Bilbao Athletic en un Nuevo Estadio Altabix abarrotado de ilusión franjiverde. Aquel triunfo devolvió al Elche a la máxima categoría tras dos décadas de altibajos, consolidando a Quiles como un héroe local. Tras un paréntesis, regresó en 1994 en un momento crítico: el club enfrentaba la desaparición por deudas abrumadoras. En una asamblea inolvidable en el Gran Teatro de Elche, Quiles dio un paso al frente, asumiendo la responsabilidad y salvando la entidad de un descenso administrativo inevitable. La afición, emocionada, lo aclamó como el "gran salvador". Bajo su segundo mandato, que se extendió hasta 2000, impulsó la transformación del club en Sociedad Anónima Deportiva —un hito estructural que aseguró su profesionalización— y orquestó dos ascensos consecutivos desde Segunda B a Segunda División, ante Barakaldo y Melilla. En total, tres promociones que simbolizan su legado: "el héroe de tres ascensos, el símbolo de varias generaciones y la bandera de toda una ciudad", como lo describe el comunicado oficial del Elche.
Más allá de los trofeos, Quiles fue un mecenas del deporte base, invirtiendo en instalaciones y proyectos juveniles en Elche que formaron a cientos de talentos. Recibió distinciones como la insignia al mérito deportivo del Comité Olímpico Español y los premios Nova de la Generalitat Valenciana, pero siempre prefirió el bajo perfil, priorizando el impacto colectivo sobre el reconocimiento personal. Su familia, su mayor orgullo, lo acompañó en cada paso, y su esposa y descendientes han recibido el cariño de la comunidad en estas horas de dolor.
La capilla ardiente se instaló este lunes en el Tanatorio de Carrús de Elche, donde familiares, amigos y aficionados se despidieron de él con una camiseta conmemorativa del 75 aniversario del Elche sobre el féretro. El funeral se celebró a las 11 horas en la Basílica de Santa María, un acto sobrio pero cargado de emoción. Como homenaje, los jugadores franjiverdes lucirán brazalete negro en su próximo partido de Copa del Rey ante Los Garres este miércoles, y en el duelo de LaLiga contra el FC Barcelona el domingo en Montjuïc. La Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana y numerosas figuras del deporte han unido su voz al duelo, recordando a Quiles como un "hombre de coraje, visión y amor incondicional" por sus colores.
Con su partida, Elche pierde no solo a un empresario legendario, sino a un alma generosa que encarnó el sueño ilicitano: del taller al podio mundial, del riesgo al triunfo colectivo. Su legado perdura en cada zapatilla Kelme que pisa un estadio, en cada ascenso del Elche y en el orgullo de una ciudad que él ayudó a tejer con hilos de esfuerzo y pasión. Descansa en paz, presidente. Gracias por tanto.





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