La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz , ha lanzado una réplica directa y contundente al presidente de Estados Unidos...
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha lanzado una réplica directa y contundente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtiéndole que los aranceles que amenaza con imponer a España por las discrepancias en el gasto de defensa "saldrán muy caros" a los propios estadounidenses. En una intervención improvisada en los pasillos del Congreso de los Diputados, Díaz se dirigió explícitamente a Trump, criticando su ultimátum del martes como una "presión inaceptable que perjudicará a los consumidores americanos más que a nadie". Esta respuesta, que ha escalado la tensión transatlántica en un momento de frágil alianza OTAN, responde al tuit de Trump donde acusaba a España de ser "el único país de la Alianza que no sube su gasto al 5%", insinuando castigos comerciales que podrían afectar productos clave como el aceite de oliva, el vino y los automóviles españoles.
Díaz, en su alocución de dos minutos ante periodistas, enfatizó que los aranceles no solo serían "un error estratégico", sino que "golpearían directamente al bolsillo de las familias americanas", citando que el 20% de las exportaciones españolas a EE.UU. —unas 4.500 millones de euros anuales— se destinan a bienes de consumo diario. "Los americanos pagarán más por su aceite, su vino y sus componentes electrónicos, mientras Trump se alaba de 'América Primero'", declaró la ministra, recordando que España cumple con el 2% del PIB en defensa acordado en 2014 y que su contribución a misiones OTAN es "proporcional y efectiva", con 2.000 tropas en Lituania y Líbano. La vicepresidenta ha instado a Trump a "dialogar en lugar de amenazar", proponiendo una cumbre bilateral para negociar metas de defensa sin perjuicio económico, y ha advertido que España responderá con medidas recíprocas si se imponen aranceles, como gravámenes a productos agrícolas estadounidenses.
La amenaza de Trump, expresada en un tuit el martes durante una reunión con el primer ministro australiano Anthony Albanese, acusaba a España de ser "notorio" por su bajo gasto militar, al 1,28% del PIB en 2024, y sugería que "podría ser el siguiente en la lista de aranceles" tras su rechazo al 5% propuesto en la cumbre de La Haya. Esta retórica, que responde al descontento de Washington con aliados europeos que no cumplen metas OTAN, podría afectar el 15% del comercio bilateral, con España exportando 12.000 millones de euros anuales a EE.UU., principalmente aceite, vino y maquinaria. La ministra ha minimizado el riesgo, afirmando que "España es un socio leal, no un vasallo", y que cualquier arancel sería "ilegal bajo la OMC", pero ha ordenado a su equipo preparar contramedidas, como impuestos a la soja y carne estadounidense, que representan el 30% de las importaciones españolas.
La respuesta de Díaz ha sido aplaudida por la izquierda española, con Podemos y Sumar respaldándola como "defensa de la soberanía", pero ha generado críticas de la oposición, que acusa al Gobierno de "provocar a un aliado clave" y exige un aumento inmediato al 2,5% en defensa para evitar represalias. Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha pedido una comparecencia de Sánchez en el Congreso para explicar la estrategia, mientras Vox celebra las palabras de Trump como "un toque de atención merecido". La CEOE advierte de un impacto de 3.000 millones en exportaciones si se aplican aranceles del 10%, afectando 50.000 empleos en agricultura y automoción.
Económicamente, la amenaza podría elevar el precio de productos básicos en supermercados americanos, con el aceite español representando el 20% del mercado de EE.UU., y socialmente ha polarizado, con un 55% de españoles apoyando a Díaz según encuestas rápidas. Políticamente, fortalece la imagen de Sánchez como resistente, pero arriesga la alianza atlántica en un 2026 electoral. En un mundo de aranceles y choques, las palabras de Díaz dejan un legado de desafío, recordando que España no se doblega fácilmente.
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