En un incidente ocurrido el pasado 4 de agosto en la estación de Plaza España de la línea L1 del metro de Barcelona, dos individuos de orige...
En un incidente ocurrido el pasado 4 de agosto en la estación de Plaza España de la línea L1 del metro de Barcelona, dos individuos de origen magrebí, con un total de 32 antecedentes penales entre ambos, agredieron de manera violenta a un agente de la Guardia Urbana que se encontraba fuera de servicio. El suceso tuvo lugar en hora punta, cuando los dos hombres, uno con dos antecedentes y el otro con 30, comenzaron a causar disturbios en un vagón, bloqueando el paso a los pasajeros e impidiendo la libre circulación dentro del tren.
Según fuentes periodísticas, los agresores actuaban de manera sospechosa, colocándose estratégicamente frente a otros viajeros y chocando contra ellos, una táctica que, según los informes, podría estar destinada a facilitar robos de bolsos, mochilas o bolsillos. El agente, que iba de paisano y no estaba en servicio, decidió intervenir al observar su comportamiento incívico y les recriminó que dejaran de molestar al resto de los pasajeros. Lejos de calmarse, los dos hombres reaccionaron con extrema violencia, iniciando un enfrentamiento físico que dejó al guardia urbano con heridas graves.
El agente sufrió fracturas en dos dedos, contusiones en la cara y golpes en las costillas, lo que requirió atención médica inmediata en el propio andén de la estación. Tras la agresión, los responsables continuaron su trayecto hasta la estación de Arc de Triomf, pero gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad del metro, los Mossos d’Esquadra pudieron identificarlos y proceder a su detención.
El caso ha reavivado el debate sobre la reincidencia delictiva en Barcelona, especialmente en el transporte público, donde los incidentes de este tipo son cada vez más frecuentes. La brutalidad del ataque y el historial delictivo de los agresores han generado indignación entre los ciudadanos y han puesto en el punto de mira la seguridad en el metro de la ciudad. Fuentes municipales y policiales han confirmado los hechos, y los Mossos d’Esquadra continúan investigando para esclarecer todos los detalles del altercado.
Este incidente se suma a una serie de agresiones recientes en el metro de Barcelona, lo que ha llevado a los sindicatos de seguridad a exigir más recursos y medidas para proteger tanto a los trabajadores como a los usuarios del transporte público. La investigación sigue en curso, y se espera que los detenidos pasen a disposición judicial en las próximas horas.
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