En 1995, Peng Shuilin, un comerciante chino nacido en Hunan, sufrió un accidente de tráfico en Shenzhen que marcó un antes y un después en s...
En 1995, Peng Shuilin, un comerciante chino nacido en Hunan, sufrió un accidente de tráfico en Shenzhen que marcó un antes y un después en su vida. Un camión de carga lo impactó con tal fuerza que su cuerpo fue literalmente cortado por la mitad, destruyendo completamente la parte inferior, incluyendo piernas y pelvis. Los médicos que lo atendieron en el hospital de Shenzhen dieron pocas esperanzas de supervivencia, estimando que le quedaban apenas horas de vida. Sin embargo, contra todo pronóstico, Peng no solo sobrevivió, sino que transformó esta tragedia en una historia de resiliencia, innovación y superación que ha inspirado a miles en China y más allá.
Tras el accidente, Peng fue sometido a más de diez intervenciones quirúrgicas durante casi dos años de hospitalización. Los cirujanos realizaron un esfuerzo titánico para salvarlo, reubicando casi todos sus órganos principales y sistemas internos. Para cerrar su torso, que quedó expuesto tras la pérdida de la mitad inferior, utilizaron injertos de piel tomados de su propia cabeza, una técnica innovadora que evitó infecciones y mantuvo sus órganos protegidos. Durante este tiempo, Peng demostró una determinación inquebrantable, realizando ejercicios de fortalecimiento con los brazos desde su cama para mantener la movilidad en tareas cotidianas como lavarse la cara o cepillarse los dientes. Esta disciplina fue crucial para su recuperación inicial, ya que, debido a la ausencia de músculos abdominales, estuvo postrado horizontalmente durante meses.
La rehabilitación de Peng dio un giro revolucionario cuando los médicos del China Rehabilitation Research Centre en Beijing diseñaron una solución innovadora para devolverle la capacidad de moverse. Crearon un exoesqueleto descrito como una carcasa en forma de copa de huevo, equipada con dos piernas biónicas y un sistema de ortesis de marcha recíproca (RGO). Este dispositivo, conectado por cables que alternan el movimiento de las piernas al balancear el peso del cuerpo, permitió a Peng caminar nuevamente, aunque con un proceso que requiere gran esfuerzo y coordinación. Tras un entrenamiento arduo, Peng logró desplazarse por los pasillos del centro de rehabilitación con la ayuda de un andador adaptado, un hito que los médicos consideraron milagroso. El vicepresidenta del hospital, Lin Liu, destacó que Peng, a sus 37 años en ese momento, estaba más en forma que muchos hombres de su edad, atribuyendo su éxito a su actitud positiva y su negativa a rendirse.
Lejos de dejarse vencer por la adversidad, Peng canalizó su experiencia en una nueva etapa de su vida. En 2008, abrió un supermercado de descuento en Changsha llamado "Half Man, Half Price Store", un nombre que refleja su sentido del humor y su capacidad para transformar su tragedia en una marca de identidad. El negocio, que también incluye la venta de su "tofu casero" bajo la marca “Half Man Special Tofu”, se convirtió en un éxito local, destacándose en un mercado competitivo con 38 tiendas similares en la zona. A pesar de los retos financieros, como los elevados costos médicos para mantener su salud (alrededor de 333 dólares mensuales por catéteres y bolsas de drenaje), Peng ha logrado sostener su negocio con el apoyo de su familia, especialmente de su esposa, quien asumió el rol de enfermera en casa, y su hijo, quien lo admira profundamente.
Además de su faceta como empresario, Peng se reinventó como "orador motivacional" , recorriendo China en silla de ruedas para dar conferencias sobre la recuperación tras discapacidades severas. Con solo 78 centímetros de altura, su presencia en eventos inspira a otros amputados y personas con discapacidades, a quienes transmite un mensaje de perseverancia y optimismo. Peng también realiza actividades como practicar caligrafía, tocar el hulusi (un instrumento tradicional chino) y jugar a las cartas con vecinos, demostrando una vida activa y plena. Su hijo destaca su habilidad para realizar trucos con la silla de ruedas y su compromiso social, como animar a personas sin hogar a buscar trabajo, diciendo: “Si yo, siendo discapacitado, puedo trabajar, ustedes también”.
A pesar de los desafíos, incluyendo la falta de compensación tras el accidente y la inestabilidad de su salud debido a su condición única, Peng sigue siendo un símbolo de resiliencia. Su historia, ampliamente difundida por medios como People’s Daily y Snopes, resalta el poder de la voluntad humana y los avances médicos. Peng Shuilin, conocido como el “hombre de medio cuerpo”, no solo ha sobrevivido, sino que ha creado una vida significativa, demostrando que incluso las tragedias más devastadoras pueden ser el comienzo de una nueva etapa llena de propósito.
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